Y es que los beneficios del ciclismo pueden ir más allá de lo físico, si se hacen en el entorno correcto. También pueden tener un gran impacto para tu salud mental. Nada vence a un entorno como el de la naturaleza para lograrlo, el sentir el aire fresco, el descubrir nuevos caminos, el cambiar el ruido de los autos y
de la gente por los sonidos del aire, de las hojas cayendo y el canto de las aves.
¿Suena interesante no lo crees? Combinar una actividad que en sí ya es relajante con un entorno así puede que la convierta en una experiencia diferente.
Y lo mejor, no necesitas nada más que lo que ya tienes en casa: tu bici, tu casco y el resto de tu equipo.