Seguro te preguntarás ¿Realmente importa donde medito? La respuesta es un rotundo sí. Normalmente es muy difícil calmar nuestra mente por la constante interferencia que existe en el exterior pero meditar en el bosque te da una nueva perspectiva sobre cómo abrir tu mente y hace que las onda de la naturaleza te conecten con el momento presente, por ejemplo: La brisa en tu piel tendrá un factor que hará que tu meditación sea más profunda, los sonidos del paisaje te ayudarán a que tu concentración sea placentera, incluso respirarás una mejor calidad de aire etc.
Las sensaciones serán nuevas y podrás tener una conexión con la madre tierra y todo el entorno.
Sabemos que a veces es complicado salir de la ciudad y que no siempre podemos hacerlo pero en Habitharas hicimos un recorrido sonoro que podrás utilizar cuando no puedas acompañarnos.
Te invitamos a ESCUCHAR.